El aprendizaje de idiomas es una de las actividades más enriquecedoras que existen. Y no solo porque nos permiten comunicarnos con personas de otros países, sino también por el profundo impacto que tiene en nuestro cerebro. 

Estudiar un nuevo idioma no solo implica memorizar vocabulario y gramática, sino también activar y fortalecer distintas áreas cerebrales, brindando numerosos beneficios como el aumento de la creatividad y la mejora de la cognición. 

Por eso, entender cómo se va adaptando y cambiando nuestro cerebro durante este proceso puede suponer un extra de motivación si te estás planteando aprender un nuevo idioma.

Pero, ¿cuál es la relación entre la neurociencia y el aprendizaje de idiomas? A continuación, te explicamos el estrecho vínculo que hay entre los cambios que se producen en nuestro cerebro y el aprendizaje de idiomas y cuáles son sus beneficios.

El aprendizaje de idiomas y su influencia en el cerebro

El aprendizaje de idiomas tiene una influencia muy positiva sobre nuestro cerebro, dando lugar a una serie de cambios fascinantes. A medida que vamos avanzando en el estudio, se activan y se fortalecen distintas regiones cerebrales.

Con lo cual, se trata de un proceso que no solo ayuda a mejorar nuestras habilidades lingüísticas, sino que también puede tener beneficios cognitivos más amplios, como la mejora de la memoria y atención, y de la agilidad para resolver problemas.

Cómo cambia tu cerebro al hablar varios idiomas

Cuando aprendes un nuevo idioma, tu cerebro experimenta cambios fascinantes. En primer lugar, se fortalecen las áreas relacionadas con el lenguaje, como el área de Broca y el área de Wernicke, responsables de la producción y comprensión del lenguaje, respectivamente. 

Estas áreas se vuelven más eficientes a medida que practicamos el nuevo idioma, facilitando la comunicación y la comprensión. El cerebro tiene que procesar y comprender nuevos sonidos, vocabulario y estructuras gramaticales, dando lugar a una mayor flexibilidad y agilidad mental.

Además, el aprendizaje de idiomas favorece la plasticidad cerebral, lo que quiere decir que nuestro cerebro se vuelve más flexible y adaptable a nuevas experiencias y conocimientos. Algo que es especialmente pronunciado en los niños, pero los adultos también pueden experimentar beneficios significativos. 

  • Aumenta la densidad de materia gris: diversos estudios han demostrado que los hablantes de varios idiomas tienen una mayor densidad de materia gris en áreas del cerebro relacionadas con el lenguaje y el control cognitivo. Lo que se relaciona con una mejora en la capacidad para procesar información y resolver problemas.
  • Promueve la reserva cognitiva: aprender y practicar varios idiomas a lo largo de la vida puede contribuir a una mayor reserva cognitiva, que es la capacidad del cerebro para compensar el daño causado por lesiones cerebrales o enfermedades neurodegenerativas. Cuanto más activo esté el cerebro, mayor será su capacidad para resistir los efectos del envejecimiento y las enfermedades.
  • Fortalece las conexiones neuronales: el aprendizaje de idiomas fortalece las conexiones neuronales en el cerebro, especialmente en áreas relacionadas con la memoria, la atención y el lenguaje. Esto puede facilitar el aprendizaje y la retención de información en general más allá del propio idioma que se está aprendiendo.

Beneficios de aprender idiomas para el cerebro

El aprendizaje de idiomas no solo nos permite comunicarnos con personas de diferentes partes del mundo, sino que también aporta una serie de beneficios para nuestro cerebro. 

1. Mejora la cognición

Aprender un nuevo idioma requiere del uso de habilidades cognitivas como la atención, la memoria y el razonamiento. La necesidad de recordar vocabulario, comprender la gramática y comunicarnos en un idioma extranjero puede ayudar a mejorar la función cognitiva de nuestro cerebro en general. Lo que puede traducirse también en una mejora del rendimiento cognitivo en otros ámbitos de nuestra vida.

2. Retrasa el envejecimiento cerebral

Diversos estudios han demostrado que el constante ejercicio mental que implica el mantenimiento de dos o más idiomas puede fortalecer las conexiones neuronales y preservar la función cognitiva a medida que envejecemos. Por eso, las personas bilingües tienden a experimentar un retraso en el inicio de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y la demencia

3. Aumenta la capacidad multitarea

Los hablantes de varios idiomas tienden a ser mejores en la realización de múltiples tareas que aquellos que solo hablan un idioma. Alternar entre dos idiomas requiere una constante inhibición y activación de los sistemas de lenguaje, lo que fortalece las habilidades multitarea. 

4. Mejora la toma de decisiones

El proceso de toma de decisiones se ve influenciado por el idioma en el que se toma la decisión. Por lo tanto, al tener en cuenta diferentes perspectivas lingüísticas, puede realizarse una evaluación más completa de las opciones disponibles y una mejor comprensión de las implicaciones de cada decisión. Por este motivo, los hablantes políglotas pueden tomar decisiones más racionales y menos impulsivas. 

5. Aumenta la creatividad

Al exponernos a nuevas formas de pensar y expresarnos, nuestro cerebro se vuelve más flexible y receptivo a nuevas ideas, lo que puede favorecer la creatividad e inspirar nuevas perspectivas y soluciones creativas a los problemas.

 

En definitiva, el aprendizaje de idiomas no solo resulta útil como forma de comunicación con otras personas, sino que además puede tener un gran impacto en nuestra salud cerebral a largo plazo, contribuyendo, por ejemplo, a mejorar nuestra capacidad cognitiva y a aumentar nuestra capacidad de multitarea. Con lo cual, si estás dudando sobre si aprender un nuevo idioma, recuerda todos los beneficios que puede tener.